miércoles, 28 de abril de 2010

Energía nuclear en Chile, un riesgo para la población

Debido a la importante crisis energética a nivel mundial y el alto precio del petróleo, desde hace algunos años se ha barajado la posibilidad de desarrollar energía nuclear en Chile. Esta idea tiene como propósito central renovar la matriz energética y así promover y sustentar el crecimiento del país; sin embargo, utilizar este recurso constituye un riesgo inminente para la población.

Hay estudios que indican que la energía nuclear es una fuente de energía limpia que no contamina el ambiente porque disminuye el uso de combustibles fósiles y emisiones de CO2, esto implica directamente menos costos para el Estado chileno en materia ambiental, pero ¿qué sucede con los costos en la calidad de la vida humana y la salud de la población?

En las centrales que funcionan con energía nuclear se manejan sustancias muy peligrosas para las personas que trabajan allí y para los habitantes de localidades cercanas, un ejemplo importante es el del uranio, principal elemento radiactivo utilizado en las plantas nucleares. El uranio puede ser inhalado o ingerido a través de agua y alimentos contaminados, los efectos que tiene en una población expuesta a él varían desde alteraciones en distintos sistemas del organismo hasta cáncer y mutaciones genéticas en posteriores generaciones. Por otra parte, Los residuos radiactivos generados durante el proceso de producción de la energía también son altamente tóxicos para las personas y pueden permanecer miles de años en el medio ambiente.

Una pequeña falla humana o una fuga, incluso producida por razones naturales como el reciente terremoto de la zona centro-sur, puede generar consecuencias graves en la salud de la población como las señaladas con el uranio. Existen casos mundialmente conocidos que demuestran esto, un ejemplo es la fuga ocurrida en 1986 en Chernobyl, Ucrania, en donde 31 personas murieron y más de 100 mil debieron ser evacuadas del lugar, resultaron heridas o presentaron problemas de salud a largo plazo después de la exposición a las sustancias radiactivas de la central nuclear. Además los residuos de esta fuga se extendieron a varios países colindantes y causaron desastres en la tierra, flora y fauna local.

Finalmente, al realizar un balance de costo y beneficio, es posible concluir que los riesgos y costos de una población expuesta a elementos radiactivos hoy y a largo plazo, pueden provocar más gastos que los ahorrados al producir energía para Chile a partir de la energía nuclear. Además, la probabilidad de que se produzca un grave daño a los ciudadanos chilenos por una falla humana o natural y de que no se cumplan los estándares de calidad del proceso es muy alta y no puede ser asumida aún por Chile.

miércoles, 21 de abril de 2010

Energia nuclear en Chile, un riesgo para la población

Desde hace un tiempo atrás, y debido a la importante crisis energética a nivel mundial y el alto precio del petróleo, se ha barajado la posibilidad de desarrollar energía nuclear en Chile para renovar la matriz energética, y así promover y sustentar el crecimiento del país. Sin embargo, el uso de este recurso constituye un riesgo inminente para la población.

Hay estudios que indican que la energía nuclear es una fuente de energía limpia que no contamina el ambiente, por disminuir el uso de combustibles fósiles y emisiones de CO2, esto implica directamente menos costos referidos a materia ambiental por parte del Estado chileno, pero ¿qué sucede con el costo de calidad de vida humana y salud de la población?

Las centrales que funcionan con energía nuclear manejan elementos muy peligros para las personas que trabajan allí y para los habitantes de las localidades cercanas, además a partir de ellos se producen residuos radiactivos de alta toxicidad que pueden permanecer miles de años en el medio ambiente. Es importante destacar el caso del uranio, por ser el elemento radiactivo más empleado en las plantas nucleares, éste puede ser inhalado o ingerido a través de agua y alimentos contaminados, sus efectos son nocivos para la salud y una población expuesta a este elemento puede presentar distintos tipos de cáncer, mutaciones genéticas en posteriores generaciones, alteraciones en distintos sistemas corporales e incluso la muerte. Estos problemas de salud son los mismos en los demás elementos utilizados por la energía nuclear.

Por otra parte, una pequeña falla humana o una fuga, incluso producida por razones naturales (como el reciente terremoto de la zona centro-sur), pueden generar consecuencias graves en la salud de la población, como las anteriormente nombradas. Existen casos mundialmente conocidos que demuestran esto, un ejemplo es la fuga ocurrida en 1986 en Chernobyl, Ucrania, en donde 31 personas murieron y más de 100 mil resultaron heridas, afectadas por la energía nuclear a largo plazo o debieron ser evacuados del lugar. Además los residuos de esta fuga se extendieron a varios países colindantes y causaron desastres en la tierra, flora y fauna local.

El menor gasto para generar energía a través de centrales nucleares, puede implicar repercusiones en otras áreas, como la salud de la población y el medio ambiente en el que vive. Los riesgos y costos de una nación expuesta a elementos radiactivos hoy y a largo plazo provocaran más gastos que los ahorrados al producir energía para Chile a partir de la energía nuclear. La probabilidad de que se produzca un grave daño a los ciudadanos chilenos, de que no se cumplan los estándares de calidad del proceso o de que ocurra una falla humana o natural es muy alta y no asumible aún por Chile.