Donde.Pueda.Correr.
Tan.Rápido.ComO.Pueda.
Al.Medio.De.Ningún.Lugar.
En.Medio.De.Mis.MiedoS.FrustradOs.
Y.Lo.JurO.
Eres.Sólo.Como.Una.PíldOra.
En.Vez.De.Hacerme.Sentir.MejOr.
Haces.Que.Me.Enferme.Más.
sábado, 21 de agosto de 2010
viernes, 16 de julio de 2010
América
Las tierras pisadas con aquellos pies descalzos
fueron interrumpidas por el hombre y sus botas de cuero negro.
La sangre derramada en los senderos,
fue sepultada por las herraduras de los caballos,
y se hicieron caminos
y de ellos ciudades y países,
se crearon reyes y coronas espinosas,
y humanos de razas y linajes.
Se le dio un nombre al dueño y el puesto al esclavo,
y se le pasó a éste una pala y un rastrillo,
para que labrara la tierra de sus ancestros,
cubriendo el sudor derramado por el indígena para obtener su cosecha.
Zarparon profesores y obispado,
cobradores de impuestos y abogados proclamando sus leyes,
se castigó al que robó por hambre mas no al que lo hizo por avaricia
y todo lo que no encajó
se adjudicó a la voluntad del Señor.
El hombre siguió forjando
y no se cansó con puentes ni palacios,
debió cobrar con piel el vació de sus certezas,
provocó oleajes de ira y desesperanza
y alzó su poder con dictaduras y metralletas.
Pero tampoco fueron suficientes las riquezas, las guerras o los imputados.
Entonces alguien sugirió luchar por la libertad,
se desvió de normas y convenciones,
llamó a las multitudes a luchar por la información
y a tratar a sus iguales como hermanos,
pero a aquel se le considero loco e inconciente
y fue acallado y abortado de la sociedad,
porque su gente se acostumbro a vivir como lo hace un sirviente:
entregaron a los dueños de las tierras sus calles, sus casas y su buena voluntad,
cedieron a sus hijos y sus escuelas,
el pueblo vendió su agua y su leña,
puso precio a sus frutos y educo a sus niñas
para servir al que llegara de visita
a interrumpir esta tierra descalza.
Y los humanos se olvidaron de las penas y calamidades,
Continuaron construyendo puentes y fortaleciendo sus cadenas,
las cosechas crecieron sobre los cuerpos de la gente olvidada
y el humo de la leña cubrió los cielos de cenizas.
Dentro del vientre fecundo de la tierra
aún se escucha el grito de la mujer y el indígena,
el sabor de la sangre derramada, la misma que olió el joven que soñó la libertad.
Hay quien de vez en cuando presiente el murmullo de la tierra
y asciende en sus venas el fuego de la historia,
pero se debe seguir labrando en silencio,
porque falta dinero para el pan y para guardar las apariencias,
Porque el amo desde su torre observa la nueva cosecha.
fueron interrumpidas por el hombre y sus botas de cuero negro.
La sangre derramada en los senderos,
fue sepultada por las herraduras de los caballos,
y se hicieron caminos
y de ellos ciudades y países,
se crearon reyes y coronas espinosas,
y humanos de razas y linajes.
Se le dio un nombre al dueño y el puesto al esclavo,
y se le pasó a éste una pala y un rastrillo,
para que labrara la tierra de sus ancestros,
cubriendo el sudor derramado por el indígena para obtener su cosecha.
Zarparon profesores y obispado,
cobradores de impuestos y abogados proclamando sus leyes,
se castigó al que robó por hambre mas no al que lo hizo por avaricia
y todo lo que no encajó
se adjudicó a la voluntad del Señor.
El hombre siguió forjando
y no se cansó con puentes ni palacios,
debió cobrar con piel el vació de sus certezas,
provocó oleajes de ira y desesperanza
y alzó su poder con dictaduras y metralletas.
Pero tampoco fueron suficientes las riquezas, las guerras o los imputados.
Entonces alguien sugirió luchar por la libertad,
se desvió de normas y convenciones,
llamó a las multitudes a luchar por la información
y a tratar a sus iguales como hermanos,
pero a aquel se le considero loco e inconciente
y fue acallado y abortado de la sociedad,
porque su gente se acostumbro a vivir como lo hace un sirviente:
entregaron a los dueños de las tierras sus calles, sus casas y su buena voluntad,
cedieron a sus hijos y sus escuelas,
el pueblo vendió su agua y su leña,
puso precio a sus frutos y educo a sus niñas
para servir al que llegara de visita
a interrumpir esta tierra descalza.
Y los humanos se olvidaron de las penas y calamidades,
Continuaron construyendo puentes y fortaleciendo sus cadenas,
las cosechas crecieron sobre los cuerpos de la gente olvidada
y el humo de la leña cubrió los cielos de cenizas.
Dentro del vientre fecundo de la tierra
aún se escucha el grito de la mujer y el indígena,
el sabor de la sangre derramada, la misma que olió el joven que soñó la libertad.
Hay quien de vez en cuando presiente el murmullo de la tierra
y asciende en sus venas el fuego de la historia,
pero se debe seguir labrando en silencio,
porque falta dinero para el pan y para guardar las apariencias,
Porque el amo desde su torre observa la nueva cosecha.
viernes, 2 de julio de 2010
hay que ponerle titulo? ¬¬ como si la vida lo tuviera
Cuando Macarena Zúñiga se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertida en un monstruoso insecto. Estaba tumbada sobre su espalda dura, y en forma de caparazón y, al levantar un poco la cabeza veía un vientre abombado, parduzco, dividido por partes duras en forma de arco, sobre cuya protuberancia apenas podía mantenerse el cobertor, a punto ya de resbalar al suelo. Sus muchas patas, ridículamente pequeñas en comparación con el resto de su tamaño, le vibraban desamparadas ante los ojos.
- Kafka (versión original)
PD: caminare entonces con el titulo en mi cabeza
- Kafka (versión original)
PD: caminare entonces con el titulo en mi cabeza
jueves, 13 de mayo de 2010
Aumentar los impuestos a la comida rica en grasas para prevenir la obesidad ¿Medida efectiva?
Según cifras de la Junaeb el 18% de los escolares en Chile son obesos, además una cifra no menor de la población infantil tiene sobrepeso y es sedentaria. Ante esta situación alarmante el Ministerio de Salud propone aumentar los impuestos a la comida rica en grasas como una medida para combatir la obesidad en la población escolar, a su vez, estos recursos obtenidos a través de los impuestos serán invertidos en la reconstrucción del país. Sin embargo, el problema de la obesidad y el sobrepeso se enfoca principalmente en los hábitos de alimentación formados a los niños menores y son estos el foco al que se deben dirigir las medidas del MINSAL.
No es una novedad que la sociedad chilena es una gran consumidora de la llamada “comida chatarra”, los locales de venta han aumentado significativamente durante la última década, así como también han aumentado las personas dispuestas a consumir este tipo de alimentos. Las razones que refieren los consumidores de comida rápida para preferirla son por su bajo costo, la saciedad inmediata que les otorga y su fácil acceso, la venta de comida chatarra se puede extender desde una cadena reconocida de estos locales hasta el mismo quiosco del colegio al que asisten nuestros escolares. El principal riesgo que conlleva la comida rápida es su alto contenido de grasas, que sumado al sedentarismo creciente de la población infantil, pueden generar sobrepeso, obesidad y enfermedades asociadas, como hipertensión o diabetes.
Aumentar los impuestos de la comida rica en grasas puede ser para muchos la solución al incremento de la tasa de obesidad en Chile, es posible pensar que sólo con esta medida las personas reaccionaran y disminuirán el consumo de este tipo de alimentos dañinos para la salud. Pero la comida chatarra no es la principal causa de los problemas de sobrepeso en la población infantil y adulta, y por ello, no es la situación prioritaria por mejorar. La mala alimentación se origina debido a los pésimos hábitos que se crean desde la niñez y se extienden durante toda la vida, estos son por ejemplo: comer a deshoras, la preferencia por alimentos calóricos por sobre frutas y verduras, bajo consumo de agua, entre otros. Además la baja actividad física que se suma a estas situaciones tiende a ser un gran factor de riesgo en el desarrollo de sobrepeso y obesidad.
Por último, si bien el uso de los recursos obtenidos con los impuestos están destinados a una buena causa como es la reconstrucción de Chile, existen otros métodos igual de eficaces para lograr este propósito y no implicar un tema trascendental como es la alimentación de la población.
Si la mejora de los hábitos de alimentación y la promoción de actividad física no son los principales focos a la hora de planificar estrategias preventivas para la salud de la población, aunque suban los impuestos a la comida más dañina que ofrece el mercado, no se verá una sustancial mejora en los hábitos de alimentación de la sociedad chilena y principalmente en el grupo de escolares, ya que no se estará actuando sobre el origen del problema que se intenta solucionar.
miércoles, 28 de abril de 2010
Energía nuclear en Chile, un riesgo para la población
Debido a la importante crisis energética a nivel mundial y el alto precio del petróleo, desde hace algunos años se ha barajado la posibilidad de desarrollar energía nuclear en Chile. Esta idea tiene como propósito central renovar la matriz energética y así promover y sustentar el crecimiento del país; sin embargo, utilizar este recurso constituye un riesgo inminente para la población.
Hay estudios que indican que la energía nuclear es una fuente de energía limpia que no contamina el ambiente porque disminuye el uso de combustibles fósiles y emisiones de CO2, esto implica directamente menos costos para el Estado chileno en materia ambiental, pero ¿qué sucede con los costos en la calidad de la vida humana y la salud de la población?
En las centrales que funcionan con energía nuclear se manejan sustancias muy peligrosas para las personas que trabajan allí y para los habitantes de localidades cercanas, un ejemplo importante es el del uranio, principal elemento radiactivo utilizado en las plantas nucleares. El uranio puede ser inhalado o ingerido a través de agua y alimentos contaminados, los efectos que tiene en una población expuesta a él varían desde alteraciones en distintos sistemas del organismo hasta cáncer y mutaciones genéticas en posteriores generaciones. Por otra parte, Los residuos radiactivos generados durante el proceso de producción de la energía también son altamente tóxicos para las personas y pueden permanecer miles de años en el medio ambiente.
Una pequeña falla humana o una fuga, incluso producida por razones naturales como el reciente terremoto de la zona centro-sur, puede generar consecuencias graves en la salud de la población como las señaladas con el uranio. Existen casos mundialmente conocidos que demuestran esto, un ejemplo es la fuga ocurrida en 1986 en Chernobyl, Ucrania, en donde 31 personas murieron y más de 100 mil debieron ser evacuadas del lugar, resultaron heridas o presentaron problemas de salud a largo plazo después de la exposición a las sustancias radiactivas de la central nuclear. Además los residuos de esta fuga se extendieron a varios países colindantes y causaron desastres en la tierra, flora y fauna local.
Finalmente, al realizar un balance de costo y beneficio, es posible concluir que los riesgos y costos de una población expuesta a elementos radiactivos hoy y a largo plazo, pueden provocar más gastos que los ahorrados al producir energía para Chile a partir de la energía nuclear. Además, la probabilidad de que se produzca un grave daño a los ciudadanos chilenos por una falla humana o natural y de que no se cumplan los estándares de calidad del proceso es muy alta y no puede ser asumida aún por Chile.
Hay estudios que indican que la energía nuclear es una fuente de energía limpia que no contamina el ambiente porque disminuye el uso de combustibles fósiles y emisiones de CO2, esto implica directamente menos costos para el Estado chileno en materia ambiental, pero ¿qué sucede con los costos en la calidad de la vida humana y la salud de la población?
En las centrales que funcionan con energía nuclear se manejan sustancias muy peligrosas para las personas que trabajan allí y para los habitantes de localidades cercanas, un ejemplo importante es el del uranio, principal elemento radiactivo utilizado en las plantas nucleares. El uranio puede ser inhalado o ingerido a través de agua y alimentos contaminados, los efectos que tiene en una población expuesta a él varían desde alteraciones en distintos sistemas del organismo hasta cáncer y mutaciones genéticas en posteriores generaciones. Por otra parte, Los residuos radiactivos generados durante el proceso de producción de la energía también son altamente tóxicos para las personas y pueden permanecer miles de años en el medio ambiente.
Una pequeña falla humana o una fuga, incluso producida por razones naturales como el reciente terremoto de la zona centro-sur, puede generar consecuencias graves en la salud de la población como las señaladas con el uranio. Existen casos mundialmente conocidos que demuestran esto, un ejemplo es la fuga ocurrida en 1986 en Chernobyl, Ucrania, en donde 31 personas murieron y más de 100 mil debieron ser evacuadas del lugar, resultaron heridas o presentaron problemas de salud a largo plazo después de la exposición a las sustancias radiactivas de la central nuclear. Además los residuos de esta fuga se extendieron a varios países colindantes y causaron desastres en la tierra, flora y fauna local.
Finalmente, al realizar un balance de costo y beneficio, es posible concluir que los riesgos y costos de una población expuesta a elementos radiactivos hoy y a largo plazo, pueden provocar más gastos que los ahorrados al producir energía para Chile a partir de la energía nuclear. Además, la probabilidad de que se produzca un grave daño a los ciudadanos chilenos por una falla humana o natural y de que no se cumplan los estándares de calidad del proceso es muy alta y no puede ser asumida aún por Chile.
miércoles, 21 de abril de 2010
Energia nuclear en Chile, un riesgo para la población
Desde hace un tiempo atrás, y debido a la importante crisis energética a nivel mundial y el alto precio del petróleo, se ha barajado la posibilidad de desarrollar energía nuclear en Chile para renovar la matriz energética, y así promover y sustentar el crecimiento del país. Sin embargo, el uso de este recurso constituye un riesgo inminente para la población.
Hay estudios que indican que la energía nuclear es una fuente de energía limpia que no contamina el ambiente, por disminuir el uso de combustibles fósiles y emisiones de CO2, esto implica directamente menos costos referidos a materia ambiental por parte del Estado chileno, pero ¿qué sucede con el costo de calidad de vida humana y salud de la población?
Las centrales que funcionan con energía nuclear manejan elementos muy peligros para las personas que trabajan allí y para los habitantes de las localidades cercanas, además a partir de ellos se producen residuos radiactivos de alta toxicidad que pueden permanecer miles de años en el medio ambiente. Es importante destacar el caso del uranio, por ser el elemento radiactivo más empleado en las plantas nucleares, éste puede ser inhalado o ingerido a través de agua y alimentos contaminados, sus efectos son nocivos para la salud y una población expuesta a este elemento puede presentar distintos tipos de cáncer, mutaciones genéticas en posteriores generaciones, alteraciones en distintos sistemas corporales e incluso la muerte. Estos problemas de salud son los mismos en los demás elementos utilizados por la energía nuclear.
Por otra parte, una pequeña falla humana o una fuga, incluso producida por razones naturales (como el reciente terremoto de la zona centro-sur), pueden generar consecuencias graves en la salud de la población, como las anteriormente nombradas. Existen casos mundialmente conocidos que demuestran esto, un ejemplo es la fuga ocurrida en 1986 en Chernobyl, Ucrania, en donde 31 personas murieron y más de 100 mil resultaron heridas, afectadas por la energía nuclear a largo plazo o debieron ser evacuados del lugar. Además los residuos de esta fuga se extendieron a varios países colindantes y causaron desastres en la tierra, flora y fauna local.
El menor gasto para generar energía a través de centrales nucleares, puede implicar repercusiones en otras áreas, como la salud de la población y el medio ambiente en el que vive. Los riesgos y costos de una nación expuesta a elementos radiactivos hoy y a largo plazo provocaran más gastos que los ahorrados al producir energía para Chile a partir de la energía nuclear. La probabilidad de que se produzca un grave daño a los ciudadanos chilenos, de que no se cumplan los estándares de calidad del proceso o de que ocurra una falla humana o natural es muy alta y no asumible aún por Chile.
Hay estudios que indican que la energía nuclear es una fuente de energía limpia que no contamina el ambiente, por disminuir el uso de combustibles fósiles y emisiones de CO2, esto implica directamente menos costos referidos a materia ambiental por parte del Estado chileno, pero ¿qué sucede con el costo de calidad de vida humana y salud de la población?
Las centrales que funcionan con energía nuclear manejan elementos muy peligros para las personas que trabajan allí y para los habitantes de las localidades cercanas, además a partir de ellos se producen residuos radiactivos de alta toxicidad que pueden permanecer miles de años en el medio ambiente. Es importante destacar el caso del uranio, por ser el elemento radiactivo más empleado en las plantas nucleares, éste puede ser inhalado o ingerido a través de agua y alimentos contaminados, sus efectos son nocivos para la salud y una población expuesta a este elemento puede presentar distintos tipos de cáncer, mutaciones genéticas en posteriores generaciones, alteraciones en distintos sistemas corporales e incluso la muerte. Estos problemas de salud son los mismos en los demás elementos utilizados por la energía nuclear.
Por otra parte, una pequeña falla humana o una fuga, incluso producida por razones naturales (como el reciente terremoto de la zona centro-sur), pueden generar consecuencias graves en la salud de la población, como las anteriormente nombradas. Existen casos mundialmente conocidos que demuestran esto, un ejemplo es la fuga ocurrida en 1986 en Chernobyl, Ucrania, en donde 31 personas murieron y más de 100 mil resultaron heridas, afectadas por la energía nuclear a largo plazo o debieron ser evacuados del lugar. Además los residuos de esta fuga se extendieron a varios países colindantes y causaron desastres en la tierra, flora y fauna local.
El menor gasto para generar energía a través de centrales nucleares, puede implicar repercusiones en otras áreas, como la salud de la población y el medio ambiente en el que vive. Los riesgos y costos de una nación expuesta a elementos radiactivos hoy y a largo plazo provocaran más gastos que los ahorrados al producir energía para Chile a partir de la energía nuclear. La probabilidad de que se produzca un grave daño a los ciudadanos chilenos, de que no se cumplan los estándares de calidad del proceso o de que ocurra una falla humana o natural es muy alta y no asumible aún por Chile.
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